Los micrótomos son instrumentos de corte para la elaboración de preparados que se usan en la microscopía. Para cumplir con las altas exigencias de tales preparados, los micrótomos permiten realizar cortes extremadamente finos. Normalmente los micrótomos modernos permiten cortes de un espesor de 0,1 hasta 100 µm. A modo comparativo: El cabello humano tiene un espesor entre 50 y 70 µm. La historia de los micrótomos empezó con el inicio de los microscopios de luz.
Para poder analizar objetos, estos debían ser lo suficientemente finos para que la luz los traspasara. Los primeros micrótomos eran en su inicio simples cuchillas (normalmente cuchillas de afeitar) con los que se hacían cortes de forma manual. Como las exigencias a los preparados iban en aumento, fue necesario que los micrótomos se desarrollaran.
Los primeros micrótomos, tal como hoy en día los conocemos, se desarrollaron en 1770. Con estos se podía fijar la prueba y ajustar el grosor del corte mediante unos tornillos.