Un autoclave de laboratorio es un instrumento esencial para trabajos de laboratorio en los que se requiere el uso de calor y presión para procesar materiales; estas cámaras cilíndricas están diseñadas para aplicar calor y presión para esterilizar artículos específicos, alcanzando la destrucción de microorganismos vivos.
Los autoclaves de laboratorio modernos pueden ser manejados por control electrónico con una pantalla, o con una instalación microprocesador, para facilitar el registro y monitoreo de los parámetros tales como, temperatura, tiempo, presión, torque, agua y otros ajustes necesarios para los distintos métodos quirúrgicos.
Estos dispositivos son utilizados en institutos médicos, hospitales, laboratorios, plantas de alimentos y establecimientos industriales.
Características y tipos de los autoclaves:
Las cámaras están equipadas con un sistema de funcionamiento de autoclave, que incluye un termómetro digital, circuitos impresos, entradas de sensor, entradas de sonda, entradas de pulsador de mando, resistencias térmicas, adaptadores, válvulas, motores, fuentes de alimentación, cabezales de impresión y dispositivos de conmutación eléctrica, entre otros.
Además, los autoclaves se agrupan en 3 categorías a saber: autoclaves de vapor saturado, autoclaves de presión media y autoclaves de presión y temperatura; autoclaves de vapor saturado: Son aquellos autoclaves que trabajan con aire a presión atmosférica a temperatura estándar (punto triple), estos autoclave son capaces de alcanzar una presión límite de 15 PSI (1,05 bar).
Otro tipo de los autoclaves es el de presión media, la cual posee una gran y exacta presión:
Cuando se activa un ciclo, el autoclave aumenta la temperatura para generar vapor de agua y transformar el aire en vapor saturado; las autoclaves de presión media: estos dispositivos se emplean para eliminar el aire y el vapor del recipiente de autoclave con una válvula especial.
La válvula abre y cierra a intervalos regulares para conseguir que el vapor y el aire se mezclen en la cámara del autoclave manteniendo la presión exacta; estos autoclaves soportan presiones de hasta 30 PSI (2,1 bar).
Los profesionales deberán escoger el autoclave correcto según la necesidad de su trabajo:
Por otra parte, tenemos los autoclaves de presión y temperatura: Estos dispositivos permiten una esterilización profunda a temperatura y presión superiores al especificado en los autoclaves de presión y vaporización anteriormente mencionados.
Estos autoclaves soportan presiones de hasta 60 PSI (4,2 bar) y temperaturas de up to180-190º C para completar el ciclo de esterilización.
En conclusión, un autoclave de laboratorio es un instrumento extremadamente útil y necesario para realizar trabajos de esterilización de materiales; existen varios tipos de autoclaves, dependiendo del tipo de trabajo que se realiza se deberá escoger el autoclave que mejor se adecue a nuestras necesidades.
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